A la hora de leer un libro traducido a nuestra lengua, nunca nos paramos a pensar el duro trabajo que tiene detrás. No nos detenemos a pensar todos los problemas que ha pasado un traductor editorial cuando se le ha presentado el manuscrito original y se le ha encargado la titánica tarea de pasar a nuestra lengua madre toda una obra que posee un lenguaje y registro propios, su carga dramática o cómica propias y sobre todo elementos lingüísticos que en la lengua origen cobran mucho sentido en la estructura original que, sin embargo, en nuestra lengua, en este caso el español, no entenderíamos.
A lo largo de estas próximas semanas, se van a discutir sobre las principales dificultades que el traductor promedio tiene que traspasar para obtener una traducción de calidad y nos centraremos en figuras famosas en el ámbito de la literatura angloparlante que a más de un traductor le ha causado más de un dolor de cabeza para traducir sus escritos, como es el ejemplo de James Joyce y su obra magna “Ulises”.
1. Ser fiel a la obra original: Este requisito a la hora de adaptar la obra es imprescindible, dado que el traductor no traduce palabra por palabra, frase por frase y párrafo por párrafo el texto original. El traductor debe documentarse y entender el contexto histórico, cultural y social de la obra; porque el autor de la obra no es de nuestra lengua madre y no va a colocar su obra en nuestro contexto propio. Los traductores noveles tienden a cometer el error de adaptar algunos conceptos o elementos exclusivos de la cultura origen a la propia del idioma para el que traduce, como por ejemplo hacer una conversión de la divisa original a la meta. En otras palabras, como si pasáramos de dólares a euros si se tratara de una novela estadounidense.
2. Traducción de elementos propios de la obra: En obras de ficción, por ejemplo, como Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martin, un mundo es inventado desde cero, con su historia y cultura, y esto supone además nuevos conceptos y nombres. El traductor debe analizar y reflexionar sobre si traducir nombres propios de personajes que se ajusten al público objetivo o algún epíteto que se le atribuya a los mismos. Un ejemplo se da en la obra de The Hobbit, or There and Back Again (1937), escrito por J. R. R. Tolkien, con el personaje de Thorin Oakenshield que en la traducción oficial de España su epíteto se tradujo a “Escudo de Roble”.
3. Juegos de palabras: Si no es el más complicado, es de los retos más laboriosos para un traductor. Hay una infinidad de factores que rodean a este tipo de expresiones como culturales, sintácticos, léxicos e incluso fonéticos. Estos casos se dan sobre todo en las comedias donde los chistes y chascarrillos son frecuentes. Un ejemplo de este desafío se da en el mismo título de la obra de Oscar Wilde publicada en 1895 The Importance of Being Earnest. En este peculiar caso, se hace un doble sentido con el nombre de uno de los protagonistas, Ernest, que se pronuncia igual que el vocablo inglés earnest, que significa “formal” o “serio”.
4. Naturalidad y ritmo: Los traductores podrían facilitar su trabajo traduciendo de manera literal cada una de las páginas de la que se compone el manuscrito, pero se trata de una obra literaria, no de un libreto de instrucciones. El autor del texto original busca expresar unos sentimientos y emociones a través de sus palabras y, a su vez, darle un ritmo a la obra para que el lector no pierda el hilo en ningún momento. La tarea del traductor consiste en igual manera en pasar esos sentimientos en el escrito final.
En conclusión, traducir una obra literaria no es algo que se pueda hacer en un mes o en un año incluso, dependiendo de la experiencia del traductor; es todo un trabajo de documentación como cualquier encargo de traducción de otros sectores, centrándose en la investigación sobre el autor original y el contexto sociocultural en el que está escrito el libro. Bien podría decirse que el traductor debe tener una doble perspectiva: la del autor original visualizando el público origen y la de la editorial para la que trabaja y la que va a publicar el libro en el respectivo idioma para el que se traduce.
Bibliografía
¿Cuáles son los desafíos de traducir obras de ficción? (s.f.). Recuperado el 19 de Septiembre de 2023, de OnlineTraductores: https://www.empresadetraduccion.es/cuales-son-los-desafios-de-traducir-obras-de-ficcion/#
Dificultades a la que se enfrenta una empresa de traducción. (s.f.). Recuperado el 20 de Septiembre de 2023, de OnlineTraductores: https://www.empresadetraduccion.es/cuales-son-los-desafios-de-traducir-obras-de-ficcion/#
El reto de traducir juegos de palabras. (29 de Enero de 2014). Recuperado el 20 de Septiembre de 2023, de Vetustideces: https://vetustideces.blogspot.com/2014/01/el-reto-de-traducir-juegos-de-palabras.html
Tolkien, J. R. (1937). The Hobbit, or There and Back Again. Planeta.
Wilde, O. (1895). The Importance of Being Earnest.